OPINIÓN

Unidad sin vetos, pero también sin vicios

Desde el año pasado a comenzado sonar con mayor volumen el sonajero de las elecciones presidenciales para el año 2.022, los mensajes entre los candidatos que pretenden llegar a la casa de Nariño, han ido desde el llamado a la unidad, otros de delinear líneas rojas, y otros definitivamente en mantenerse en gobierno.

Al día de hoy el interés sobre el escenario político del año entrante comienza a expresarse de tal manera, que por ahora el panorama político se encuentra así:

* La extrema derecha está ya lista, Centro Democrático, Conservadores, Cambio Radical, los cristianos, están unidos en gobierno y por lo pronto esa unidad se mantendrá.

* Se crea un bloque mal llamado de centro (en realidad es derecha) en donde suman personalidades más que procesos. Se unen los que perdieron 1a vuelta en 2018, Vargas Lleras con Galán, Sergio Fajardo, Jorge Enrique Robledo, Cristo, Angela María Robledo que sale de la Colombia Humana, Humberto De La Calle y un posible candidato de consulta interna del Partido Verde.

* Y existe otro escenario, en donde confluyen la Colombia Humana con Gustavo Petro, Polo Democrático Alternativo con Alexander López, Movimiento Alternativo Indígena y Social Mais, Unión Patriótica, Comunes, se espera la llegada de Francia Márquez, y la adhesión de diferentes organizaciones sociales y de base, a esta unidad se lo ha denominado EL PACTO HISTÓRICO.

Entre esos tres escenarios hay una continua comunicación mediática – más que formal – entre el pacto histórico y el denominado centro en donde unos llaman a unir, y otros mantener la división. Esto ha generado una respuesta de liderazgos sociales y de algunos sectores de las bases partidarias que han planteado una unidad que se proponga como principal objetivo derrotar esa extrema derecha, que parece mantenerse fortalecida a pesar de que los resultados de gobierno no son lo suficientemente favorables.

Este llamamiento proviene de las bases juveniles del Partido Liberal, Partido Verde, PDA, Comunes entre otros, han creado un movimiento ciudadano de opinión que viene sosteniendo encuentros a nivel nacional y a ese espacio que lo nutren semana tras semana lo han llamado #UnidadSinVetos y se ha convertido en una fuerte invocación a deponer los egos, los enquistes personales y trazar una ruta unitaria que permita alejar del poder ejecutivo, a esa extrema derecha que ha cooptado la institucionalidad del país y que a pesar de los bochornosos actos presentados, estos no afectan su potencial electoral. Y es que no estamos hablando de cualquier situación, hablamos del aumento en asesinatos a líderes sociales, fuerte represión a la movilización y protesta social, vinculación de diplomáticos en asuntos de narcotráfico, financiación de campaña presidencial con fuentes criminales, y la más reciente revelación de 6.402 asesinatos de civiles por fuera del conflicto, en la presidencia de quien funge como líder político del partido de gobierno.

Esta situación hace que las consideraciones de Unidad Sin Vetos, tengan como principal objetivo unirse para encauzar la democracia en el país y desligar del manejo del Estado a este gobierno despótico, criminal, y que se configura como una dictadura blanda que maneja las instituciones a su conveniencia.

 Este movimiento se propone dirimir las diferencias hasta ahora emitidas, para resolverlas en una unidad que permita un nuevo gobierno en el 2.022 que proteja los acuerdos de paz, los liderazgos sociales y formule un proyecto de nación que se distancie de la política que hoy tiene asiento en casa de Nariño.

Hasta este punto el pacto histórico y la unidad sin vetos, quiere presentarle al país unas listas al senado en unidad y un candidato presidencial que salga de una consulta en donde haya convergencia de todos los partidos que están por fuera del uribismo y que plantee su derrota política.

Es claro que este movimiento en términos de lo nacional tiene varios asuntos por resolver, y que debe pasar del plano de la opinión nacional a un aterrizaje territorial en los departamentos, para que las fuerzas políticas de carácter regional también puedan direccionar su accionar en la misma vía del pacto histórico y la unidad sin vetos. Es así como el pasado fin de semana en la ciudad de Pasto se reunieron distintas personalidades, representantes de partidos, y algunos liderazgos sociales del departamento, para anunciarles a los nariñenses que esa carrera por la unidad en Nariño, ya ha comenzado y con pasos fortalecidos.

En estos días se conoció el anuncio que la consigna del fin de semana fue:  #SaquemosALosMismosDeSiempre en la que se pretende que el departamento de Nariño se sume a la iniciativa nacional y haga lo suyo en Cámara de Representantes presentando una lista alternativa, esta lista seguro se guiará bajo los principios que se han hablado a nivel nacional.

Totalmente válido saludar y felicitar los arrojos por aunar las fuerzas políticas regionales, pero también es válido mencionar que la consecuencia debe ser más práctica que retórica, desde varias décadas hemos mirado como ha sido un grupo selecto, casi que vitalicio, quien se ha adjudicado la representación de la izquierda y el progresismo en Nariño, es oportuno reconocer que la tarea de estas personas ha sido preponderante para que en el departamento hayan existido triunfos significativos, pero  también es correcto hacer una profunda crítica , y por qué no una autocrítica de estas personalidades, sobre hasta donde va llegar la capacidad de decisión de aquellos que se reclaman ser la vanguardia en Nariño.

Si bien la lucha por la unidad en nuestro departamento no es reciente, y hay que hacer reconocimiento a quienes la han caminado, es claro que ese camino ha ido vinculando liderazgos rutilantes, jóvenes en todo sentido, forjados en luchas reivindicativas históricas, como también nacientes en la nuevas expresiones que se suman a la lucha por derechos, las movilizaciones del 8 de marzo, las de la ciudadanía lgbti, animalistas , ambientalistas, las juveniles que plantean una nueva ciudadanía, étnicas entre otras, son muestra claras de que la sociedad no es estática y que nuevos tiempos requieren nuevos dirigentes, sería imperdonable ver como esos liderazgos jóvenes se marchitan tras los pasos de los que piden renovación pero no le dan paso a la misma.

*Fernando Enríquez. Nació en Ipiales, Nariño. Activista político que se ha destacado en el departamento por sus vínculos en diversas organizaciones sociales, políticas, agrarias y como gestor de paz.

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