“La vejez es un Golpe de Estado de un fascista que te dice que ya no puedes beber, ni fumar, y te quita no sólo los placeres, sino las necesidades vitales como poder moverse». Frase de Quino cuando recibió el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2014.
Quienes en los últimos 50 años enarbolamos las banderas de la libertad como un don preciado de cualquier democracia, nos recreamos con Mafalda que es el personaje icónico de Quino y un verdadero fenómeno mundial hasta hoy, pese a que sus historietas solo se publicaron de 1964 a 1973.
A través de la aparentemente inocente nenita de 6 años, de su familia y de sus amigos Susanita, Manolito, Felipe, Miguelito y Libertad, el dibujante reflexiona sobre la política, la economía y la sociedad en general, siempre con un toque de humor. La pequeña Mafalda ama a los Beatles, la democracia, los derechos de los niños, la lectura, la paz y los panqueques. Odia a James Bond, las armas, la guerra y tomar sopa. Y sueña con “arreglar” el mundo.
Todos los personajes creados por Quino recrearon el acontecer político de América Latina por preferencia, sin anotar la referencia mundial que también fue reseñada por la pluma vertiginosa, audaz e inteligente del dibujante y humorista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón «Quino».
Quino fue y seguirá siendo el gran caricaturista argentino, creador del querido personaje Mafalda y de muchas otras brillantes historietas de humor. Su marca distintiva es la crítica social sagaz, inteligente y siempre actual, con la que desde hace décadas venía encantando a niños y adultos de todo el mundo.
La caricatura como uno de los géneros más difíciles del periodismo, se ha convertido en el mensaje demoler contra las dictaduras y dictadorzuelos que abusan del poder, que limitan las libertades ciudadanas y atentan contra los derechos humanos, ellos fueron los blancos predilectos de este destacado caricaturista.
Además de Mafalda y sus amigos, Quino también le dio vida a centenares de personajes anónimos en sus más de 60 años de trayectoria. Siempre manteniendo una dosis de humor ácido, satirizó los absurdos del mundo moderno, la burocracia y las instituciones inútiles, la política y las relaciones de poder, la hipocresía de la gente, las desigualdades sociales, la degradación ambiental, el sexo y la vida conyugal, entre otros temas.
Joaquín Salvador Lavado, cuyo nombre artístico ha sido el diminutivo de su nombre, ha retratado de modo magistral las problemáticas más profundas de la sociedad a través de mínimos gestos cotidianos. Pero no solo ha impactado a través del dibujo, puesto que también Mafalda ha sido la autora de frases como “Basta”, “Paren el mundo, que me quiero bajar”, “Como siempre lo urgente no deja tiempo para lo importante” o “Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto”.
Despedimos Al gran Quino con la certeza de qué hay seres humanos como el que le han aportado demasiado a la humanidad, y por ello con él se hace realidad la acertada cita de José Martí, cuando afirmó “la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien con la obra de la vida”.