Se avecina la fumigación… Llega la muerte…


Cercano está el momento en que veremos si el pueblo manda, si el pueblo ordena, si el pueblo es el pueblo y no una multitud anónima de siervos”.
Jorge Eliecer Gaitán
Para nadie es un secreto que Colombia ha vivido uno de los mayores conflictos del mundo, donde la multinacional de narcotráfico ha sido el combustible que ha alimentado todas las guerras y conflictos que dejan por su paso un saldo final, donde la tragedia humanitaria enluta a la nación entera.
Entendiendo que el narcotráfico es un fenómeno transnacional, los países productores tenemos que poner siempre los muertos y las víctimas de manera violenta, y los países consumidores al tener un problema de salud pública, nos exigen que la correspondencia sea recurrir a la fumigación aérea o terrestre y el terror que produce esta aspersión, sea con el herbicida glifosato, está más que probado y documentado por serias investigaciones científicas que afirman los efectos nocivos que producen en la vida humana, animal, vegetal y de contaminación de nuestro medioambiente.
Para nada han servido el acuerdo de paz firmado con las FARC, el punto 4, (drogas ilícitas), va quedando tan solo en el papel, porque el incumplimiento del gobierno del presidente Iván Duque Márquez, ha permitido la resiembra de los cultivos de uso ilícitos frente al fracaso de la sustitución voluntaria, el congelamiento e incumplimiento del PNIS, (Programa Integral de Sustitución de Cultivos); el control político territorial de los actores armados ilegales, el incremento y proliferación del nuevo paramilitarismo en los municipios PDET, que hace su agosto asesinado sistemáticamente a los líderes sociales, causando terror y miedo en las comunidades, con el confinamiento y desplazamiento, y la inoperancia del estado que no hace presencia social e integral en estos territorios, limitándose tan solo a una presencia militar que como en la canción de Shakira, les pasan los insumos químicos, la gasolina, el cemento con lo que se producen las más de 1.300 toneladas de cocaína al año.
Ya la policía antinarcóticos notificó el pasado 25 de octubre, que iniciaron la erradicación forzosa con la “IV FASE DE OPERACIONES DE ERRADICACIÓN MANUAL DE CULTIVOS ILÍCITOS, ASPERSIÓN TERRESTRE CON HERBICIDAS EN EL TERRITORIO NACIONAL”, (apartes de la comunicación dirigida a alcaldes de Nariño), e igualmente se convoca por parte de la ANLA, (Agencia Nacional de Licencias Ambientales), a la realización de la audiencia semi presencial para el próximo 19 de diciembre, para cumplir con el último requisito para entregar la licencia ambiental que permitirá la reanudación de la aspersión aérea en el país con el herbicida glifosato.
De nada sirve el pronunciamiento de los jueces de la República, y especialmente de la Corte Constitucional, este gobierno se pasa por la faja la constitución y la ley, la fumigación está suspendida y la reanuda de manera terrestre, y muy obediente atiende las órdenes de los EEUU, en contravía de la protección de la vida de los colombianos.
Está más que demostrada la conspiración contra La Paz y la reconciliación, hacen trizas La Paz, el asesinato sistemático de los líderes sociales y de los firmantes del acuerdo, se alían en operaciones de “entrampamiento”, muestras fehacientes del delito de perfidia, sólo le apuestan a la guerra, infunden miedo y terror, para vender seguridad.
Pero como decían los mayores, no hay “mal que dure cien años”, la primavera de fortalecimiento y recuperación de la democracia que vive el continente, donde los jóvenes principalmente lideran la ampliación de las libertades ciudadanas, soplan vientos sobre la tierra de Bolívar, la esperanza de alamedas de bienestar y progreso para todos los colombianos se avecinan, se convierten en la tarea de recuperación de la democracia de la nación para la nación entera, no puede seguir el país en manos de genocidas que se enriquecen a manos llenas con el esfuerzo y el trabajo honrado de la mayoría ciudadana, Colombia no puede seguir siendo el Caín de América, el presente y futuro es nuestro, usted tiene la palabra, coja la posta y ayúdeme a conducir al país a la meta de la prosperidad para todos y todas.
Harold Ruiz Moreno
Ex concejal de Pasto