
Con esta medida los padres de familia deben afrontar dos situaciones: garantizar que sus hijos hagan los trabajos en casa como hasta ahora y estar pendientes de lo que puede pasarles en jardines, escuelas y colegios los días que van a las aulas.
En un documento de 60 páginas más 12 anexos se entregaron las directrices y recomendaciones que deben seguir en las entidades territoriales las instituciones públicas y privadas, personal docente y padres de familia para garantizar la salud de toda la comunidad educativa.
La implementación de este modelo de alternancia debe ser concertado con los padres de familia, no una imposición por parte de los colegios y las estrategias de trabajo en casa deben permanecer.
Cada institución y centro educativo deben tener en cuenta las recomendaciones de las autoridades locales, así como la evolución de la pandemia en su región.
El dilema se plantea así: se necesita volver a clases presenciales para garantizar la calidad educativa, volver implica aumentar el riesgo de contagio. La solución que pretende el gobierno es volver con medidas que reduzcan las posibilidades de afectación, haciendo ajustes pedagógicos, académicos, físicos y administrativos.
Será bajo el liderazgo de las autoridades territoriales de Salud y Educación, con la participación de los directivos docentes, docentes y la decisión de las familias, que se definirá el momento adecuado y oportuno de inicio del retorno gradual y progresivo del servicio educativo a la presencialidad, bajo un esquema de alternancia.
Ministerio de Educación
Entre las medidas se destacan:
Cambios en la jornada escolar, nuevos horarios de entrada y salida para evitar aglomeraciones.
La organización de grupos en cada curso y grado según el número de docentes, niños y jóvenes que pueden participar del servicio presencial.
Docentes o personal administrativo de más de 60 años no pueden hacer trabajo presencial, y para no se permitirá el retorno de niños menores de 2 años, o con problemas de salud.
Medidas de bioseguridad al interior de las instalaciones:
El distanciamiento social debe ser de 2 metros, de acuerdo a esta consideración se define el número de personas por espacio. En las rutas escolares serán de 1 metro.
Uso de tapabocas permanente. Horarios de lavado de manos cada tres horas. No compartir cualquier tipo de elementos, no llevar objetos como juguetes.
A la entrada toma de temperatura y desinfección de calzado.
Las instituciones deberán garantizar la dotación de todos los elementos de aseo, hacer adecuaciones físicas, garantizar el saneamiento básico, entre otras cosas.
Dice el gobierno que, dependiendo los resultados de la implementación de la alternancia, la estrategia puede ser modificada, siempre en comunicación y acuerdo con las familias y las secretarías de educación.
La responsabilidad la deja en gobierno en las instituciones educativas que deben prepararse, cumplir las condiciones sanitarias y logísticas para prestar el servicio presencial y virtual. La forma de implementar los lineamientos la definen en los colegios, teniendo en cuenta la planta docente, el tamaño de sus instalaciones,la cantidad de estudiantes y la voluntad de los padres de familia.
Retorno gradual y progresivo a las aulas
Lo que no dice el documento es cuántos recursos adicionales tiene ahora el sistema educativo para acondicionarse a las nuevas circunstancias.
Tanto los requerimientos en cada hogar para que niños, niñas, adolescentes y jóvenes estudien a distancia, como generar las condiciones de bioseguridad para la educación presencial, reclaman inversiones importantes, oportunas y eficientes. El gobierno debe asumir el liderazgo y la responsabilidad, no endosarla a las comunidades educativas.
«Sabemos que lo más importante para las familias y la comunidad educativa es la seguridad de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Por eso, el sector educativo debe fortalecer los aprendizajes en el estudio en casa y en paralelo avanzar en lo pedagógico, en la valoración de aprendizajes y en la preparación de condiciones de bioseguridad para la comunidad educativa ante la pandemia por el COVID-19, de tal manera que, bajo el liderazgo de las Secretarías de Educación, las familias y los establecimientos educativos puedan, según las condiciones de cada contexto, tomar las decisiones sobre el momento oportuno para el retorno gradual y progresivo al trabajo académico en presencialidad con alternancia», señaló la Ministra de Educación, María Victoria Angulo González.