Hoy los demócratas de la Cámara de Representantes quieren presentar la acusación a Trump de «incitar deliberadamente a la violencia contra el gobierno de los Estados Unidos», pero el presidente electo Joe Biden no se nota interesado y dice que se debe priorizar la economía.
El ingreso violento al Congreso tiene connotaciones políticas sin precedentes, y también consecuencias en vidas, cinco personas murieron en los disturbios, incluido un oficial de policía, y decenas han sido arrestadas.
La senadora demócrata Nancy Pelosi, quiere que renuncie Trump o lo denuncia y del propio partido republicano la senadora Lisa Murkowski está de acuerdo.
Se habla de 180 representantes que hasta ahora estarían de acuerdo con acusar a Trump, que dentro de unos pocos días será expresidente de Estados Unidos, por el ataque al Congreso. Lo cierto es falta menos de dos semanas para que termine el mandato y es muy poco tiempo para un juicio político. Pero podrían correr para dejar que el Senado continúe el juicio aún después de que Trump deje el cargo, con el fin de inhabilitarlo para volver a aspirar.
Trump insiste en que le robaron las elecciones y anunció que no asistirá a la posesión de Biden, lo que sería la primera vez que suceda en 150 años.
Entre sus seguidores hay grupos violentos que no reconocen a Biden. Pero lo que queda claro al mundo es la crisis del modelo de “democracia” en un país de enormes desigualdades sociales y de crisis económica creciente, donde lo electoral es apenas una muestra de la decadencia del imperio.
Estados Unidos es el país que ha llegado a más de 300 mil casos de coronavirus en un día, que ha perdido decenas de miles de puestos de trabajo,
Trump no puede en estos días comunicarse en Twitter y otras plataformas, que le cerraron sus cuentas «debido al riesgo de una mayor incitación a la violencia», pero sólo cuando ya perdió las elecciones.
