PERÚ | A segunda vuelta Pedro Castillo de izquierda y el derechista Hernando de Soto


La segunda vuelta será próximo 6 de junio de este año. Según el escrutinio realizado por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), el sindicalista de izquierda, Pedro Castillo logró el 16,29% de los votos frente al contrincante derechista Hernando de Soto, de Avanza País, quien obtuvo el 13,49%.
Les siguen Keiko Fujimori (derecha populista), con 12,85 por ciento; Yohny Lescano (centroderechista con 8,90 %) y Verónika Mendoza (izquierda 7,86 %).
Los peruanos respondieron escogen presidente, dos vicepresidentes, los nuevos representantes del Congreso y del Parlamento Andino, por los próximos 5 años.
Pedro Castillo de 51 años, dirigente de Perú Libre, es maestro de primaria en la región andina de Cajamarca y líder sindical, se lo conoce como el candidato del sombrero de paja y acudió a votar montado en una yegua. Encabezó una gran huelga nacional de docentes, que detuvo las clases durante tres meses, para reclamar mejoras salariales y eliminar las evaluaciones al desempeño laboral de los maestros.
Castillo aseguró «el cambio y la lucha recién comienzan» y reafirmó su compromiso en establecer una alianza con «el mismo y verdadero pueblo peruano» para preservar sus raíces, «la gran alianza para sacar adelante» el Perú «no es obedeciendo a planes programáticos, la gran alianza se tiene que hacer con el mismo y verdadero pueblo peruano».
Inició su carrera política en 2005, en el comité de Cajamarca del partido Perú Posible (PP), del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006). Tras cancelar su inscripción al PP en 2017, Castillo saltó al movimiento Perú Libre, liderado por Vladimir Cerrón, exgobernador regional que se proclama marxista y mariateguista.
En defensa del fundador de su partido, el candidato presidencial defiende que Cerrón «ha sido condenado, no por corrupción, sino por la corrupción», en sintonía con su plan de gobierno, que sostiene que «la corrupción es el nuevo terrorismo de Estado».
Su discurso radical plantea propuestas como un «Estado socialista», el cierre del congreso, una ley que «regule los medios de comunicación» y elevar del 3,5 al 10 % del producto interior bruto (PIB) el presupuesto educativo, la conformación de un nuevo Tribunal Constitucional elegido por el pueblo, porque los magistrados «están defendiendo una Constitución que ha terminado con todos los derechos y con el saqueo del país».