El país lo reconoció como un padre de familia que dejó todo para recorrer el país reclamando la liberación de su hijo que había sido secuestrado por las FARC cuando prestaba servicio militar, el 21 de noviembre de 1997 en la toma de la base de Patascoy, entre Nariño y Putumayo. En esa acción violenta murieron 10 soldados y 18 fueron plagiados.
El profesor Moncayo esperó 10 años la liberación de su hijo, hasta que decidió un 17 de junio de 2007 iniciar un recorrido inicialmente de 46 días por la libertad de su hijo, el sargento del Ejército Pablo Emilio Moncayo, y acompañado de su hija Yuri Tatiana, desde su natal Sandoná (Nariño) llegó a Bogotá, en un recorrido de más de 1.000 kilómetros, de los 2.509 kilómetros por 14 países que finalmente lo vieron encadenando con su camiseta blanca pidiendo la libertad de todos los secuestrados y apoyo internacional a una salida negociada al conflicto en su país. Eran tiempos de presidencia de Álvaro Uribe Vélez.
Su nombre se hizo conocido a nivel nacional e internacional y, de hecho, estuvo reunido con el entonces papa Benedicto XVI y el presidente de Francia, entre otras personalidades, y se convirtió en un símbolo de miles de familiares de secuestrados en ese momento.
Pudo vivir uno de los días más felices, el 28 de marzo de 2010 su hijo fue liberado con la mediación de Piedad Córdoba, en una misión humanitaria denominada “Libertad”. Así terminaban 12 años de cautiverio para Pablo Moncayo.
Aún hospitalizado debido a un cáncer terminal de hígado, mantuvo su mensaje por la paz de Colombia. Desde hace varios meses y estaba a la espera de un trasplante. “Es imposible que nosotros como víctimas podamos reconstruir nuestro proyecto de vida con reparaciones simbólicas. Las Farc tienen la capacidad y la posibilidad de hacerlo y lo estamos exigiendo, porque necesitamos un trasplante para mi padre, que está en peligro de muerte”, dijo en la entrevista a Noticias Uno.
