Inició su formación académica en el Colegio Nuestra Señora de Las Lajas de Ipiales, la secundaria la cursó en el Colegio Maridíaz de Pasto. Emprendió la carrera de Derecho en la Universidad de Nariño y obtuvo su título de Abogada en la Universidad Externado de Colombia, en Bogotá. A los veintiún años de edad, fue nombrada Alcaldesa de Ipiales, cargo que ocupó durante un año.
“Fue una época totalmente diferente a la de ahora. Con antelación habían sido alcaldesas la señora Teresa de Pérez Ch. y la Dra. Josefina Estupiñan de Cabrera. Yo estaba muy joven, tenía 21 años cuando egrese de la Universidad y fui designada alcaldesa. Fue una experiencia hermosa.”
Después de renunciar a la alcaldía, se vinculó a la rama judicial, desempeñándose como Juez Segundo Penal del Circuito de Ipiales durante 26 años. Estaba casada con Carlos Polo, madre de dos hijas. Al pensionarse en el año 2003, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pasto le otorgó un reconocimiento a su calidad humana y don de gentes.
Preguntada por una publicación local en el año 2011, sobre el rol de la mujer a través del tiempo y cómo puede la mujer contribuir en la transformación social, estas fueron sus respuestas:
«Considero que es un cambio radical, hoy por hoy, la mujer tiene más campo de acción, es más valorada y ese reconocimiento nos lo hemos ganado con nuestro trabajo, con nuestra lucha. Donde está una mujer las cosas marchan bien, por eso me siento orgullosa de pertenecer al sexo femenino. En Ipiales hay muchas mujeres valerosas que han sacado la cara por la ciudad y el departamento.
Pienso que podemos contribuir desde el hogar. Es tan importante la educación que una madre pueda dar a sus hijos, que demos ejemplo en todos los sentidos, de honestidad, de rectitud, de transparencia. Es dentro del seno del hogar donde uno les puede dar a los jóvenes esas guías y esos ejemplos para que Colombia cambie. La contribución que como mujeres podemos dar es ser madres orientadoras de nuestros hijos.»
A Carlos Polo su esposo, a su familia y amigos, un abrazo de condolencia y fortaleza.
María Fernanda Maya
